viernes, 3 de enero de 2014

Manipulación mental MK-ULTRA

La operación de manipulación mental MK-ULTRA fué un programa secreto de investigación de la CIA de los Estados Unidos que trataba de encontrar métodos para controlar la mente. Esta operación creada por el sionista Rockefeller sigue vigente aún después de ser supuestamente anulada y se a podido demostrar devido a distintas investigaciones con resultados concluyentes que vamos a exponer aquí.

Miley Cyrus y Hannah Montana: El plan de control mental

Numerosas asociaciones de padres se han inquietado al ver ese enfoque hipersexualizado y de comportamientos adultos en muchos actores y actrices series de televisión, como por ejemplo en la famosa actual artista Miley Cyrus. Desde el principio los creadores de la serie Hannah Montana tenían en sus planes crear un gran cambio en la carrera de la joven actriz. El caso Hannah Montana es especialmente llamativo por estar impregnado de incontables elementos subliminales visibles de lo que entre los investigadores del programa de manipulación mental MK-ULTRA se considera uno de los mas peligrosos derivados.



El programa Monarch del programa MK-ULTRA (el que se usó como experimento en la serie Hannah Montana y en muchas más) combina neurociencia y rituales ocultistas con el fin de crear en el individuo, llamado "esclavo" cuya activación correspondería a quien sería percivido por este como "Amo" o "Dios".
La hipersexualización del niño tendría como finalidad saltar una parte del proceso evolutivo en la maduración de su psique y crear con el tiempo individuos de voluntad dislocada, inseguros, cuyo vínculo con los demás vendría establecido por su compleja relación de identidad y la imagen, propia y ajena, por tanto fácilmente manipulables a través de medios reprogramados.
El programa utiliza un entorno característico en el que se entremezclan diversos símbolos, algunos extraídos de películas infantiles (El mago de oz, Pinocho o Alicia en el País de las Maravillas), que el conductor del proceso inserta en la psique de la víctima para acceder a cada una de las personalidades que anteriormente ha creado en ella. Por último esos símbolos serán reutilizados después para la captación a distancia (ya sea por medio de la tv, la música o productos de merchandising) de personalidades sensibles a la programación mental, mayoritariamente entre niñas.

El hecho de que en muchos colegios de Europa y América estén alertando desde fechas recientes un insólito adelanto de los ciclos menstruales (establecido ahora entre los 9-10 años) sería una demostración no ya, quizá de que el programa Monarch se a asentado definitivamente en los hogares de medio mundo enmascarado, pero si de que se ha iniciado un anormal proceso de maduración física entre las niñas que, a una edad en la que la preparación psicológica es nula, estas asumen como un suceso traumático lo que, a fin de cuentas no deja de ser un rasgo del Monarch.

Esta clase de manipulación, sin embargo, no termina ahí, sino que se mantiene a lo largo de los años utilizando como transmisor a los mismos iconos con los que el espectador se ha ido familiarizando desde la infancia. En general todos ellos prolongan sus carreras en medios que a la postre actúan como soporte de una nueva gama de mensajes subliminales adaptados a la edad de sus consumidores de siempre. 
El objetivo de este siniestro plan es crear seres vulnerables. Vulnerables a toda clase de estímulos. Vulnerable a la adquisición de un producto, a la corriente de una nueva moda, a formar parte de esa entrega voluntariamente masiva de información que suponen las redes sociales. Vulnerable a participar en movimientos de masas prediseñados, a la insatisfacción y al impulso de obedecer. 

Barack Obama se benefició de la manipulación mental MK-ULTRA

En las elecciones de 2008, dos de cada tres latinos (de mayoría católica) le otorgaron su voto, así como dos de cada tres jóvenes de entre 18-29 años, y el 70% de los nuevos votantes. Que Obama se hiciera con un porcentaje tan asombroso del voto joven puede deberse al hecho de que él mismo era joven, irradiaba ímpetu y confianza (valores esencialmente juveniles), y a que, después de ocho años de inanición, había un nuevo semillero de votantes que por primera vez podían hacer algo por su país.
¿Bastaba con eso para ganar? No lo sabemos. Pero Obahama no dejó nada a la improvisación.
Se rodeó de un grupo de ingenieros, matemáticos y programadores encargados de captar y analizar cientos de miles de datos, que luego eran segmentados según diversas variables cuyo resultado indicaba a sus asesores cómo adaptar el mensaje y sus símbolos en función de la raza, sexo, trabajo, hábitos y expectativas personales. Y formó un equipo de "persuasores motivacionales" que diseñaban sus discursos en términos de énfasis, distribución y número de palabras clave, y que daban a los medios las pertinentes órdenes para trasladar al electorado a la idea de que Obama era nada menos que el Mesías, el Salvador del Mundo. Lo dicen las decenas de fotografías en las que su cabeza luce un oportuno y extremadamente simbólico halo.



Lo dice Evan Thomas, editor de Newsweek, que le dedicó portadas donde el ya presidente norteamericano aparecía sobre titulares tales como El Dios de todas las cosas o La segunda venida, y que llegó a afirmar de él que "se alza sobre el país y sobre el mundo... es como un Dios" Lo dice mejor que nadie el propio Obama: "Una luz atravesará esa ventana, un rayo de luz vendrá sobre vosotros, y entonces experimentaréis una epifanía, y os diréis, voy a votar a Barack" Esto sucedía en Lebanon, New Hampshire, en el año 2008. Para entonces, la simbología mesiánica ya había calado de manera inconsciente en buena parte del electorado. En la jornada electoral del 4 de noviembre de 2008, casi 67 millones de votantes experimentaron una epifanía compartida por millones de individuos en toda Europa. El 20 de enero de 2009 Obama tomaba posesión de su cargo, el mismo día en que, en un hecho que en apariencia nada tendría que ver se lanzaba al mercado Halo, el primer single de Beyoncé. Beyoncé, la reina de las pistas de baile, pero también de los signos y de los símbolos, cargados todos ellos de una poderosa estética Monarch.